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Código: 29528
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Dirección: https://www.citascelebres.com/ver_cita.phtml?cod=29528
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Fecha de Alta: |
21/07/2013 |
Enviado Por: |
Samuel akinin levy |
Pais |
Desconocido |
Categoria: |
Personales |
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Acostumbramos a escuchar nuestros pensamientos y sin darnos cuenta seguimos sus huellas. al hacerlo, a veces nos encontramos con el eco de nuestras palabras que nos permiten ver que aún y sin querer somos o hemos estados equivocados. nos acercamos ya no al tono de ellas como sí al texto y de nuevo nos sorprendemos. no podemos dar crédito a lo que nuestro interlocutor nos dice. es entonces que comenzamos a concientizar que el pecado en el hombre no se encuentra en lo que introduce a su boca, como sí en lo que de ella saca. sabemos que el lenguaje oral es en la mayoría de las veces demasiado interactivo y por ende puede ser rápido e inconsciente. lo que al parecer, no hemos comprendido de que una vez dichas las cosas, ya no las podemos recoger y que nuestro escucha acostumbra atesorar nuestros comentarios con la ventaja de contar con el tiempo, como para madurar de las expresiones la esencia, el significado y hasta la intención. caer repetidamente en el craso error de decir cosas nos debe enseñar de que a la gente no se le olvidan nuestras palabras, que ellas deben ser semillas reproductoras de sentimientos agradables, armoniosos y queridos. pero es verdad, somos así y, muchas veces lo que decimos no lo entienden y lo que quisimos a veces decir no era en esencia eso que salió de nuestros labios. puede que el diablo interceda alguna vez en nuestras intenciones y sin darnos cuenta cambio nuestro sentir de oro por un proceder de plomo. samuel akinin
Samuel akinin levy
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